El blog de Carol Camacho

Educar es uno de los roles màs arriesgados del mundo, ojalá y quienes piensen en hacerse de una profesion de docente reflexionen la trascendencia humana que implica enseñar. Desde pequeña quice ser maestra, a cortìsima edad ya trabajaba de maestra con mis amigutos del barrio y como disfrutaba esas horas, sobre todo enseñar a leer que era para mi el viaje más enriquecedor de todos.
Hoy en casi todos los países de Latinoamerica, se desvaloriza y desdice de ser Docente, quienes se encaminan a estudiar Educación son quienes tienen el peor promedio escolar y quienes quieren FACILMENTE obtener una carrera y un trabajo rápido. Trabajé 9 años en la docencia del nivel de básica antes de iniciarme como profesora universitaria, y mis inicios y desarrollo como docente fueron vitales para mi crecimiento personal y profesional. Educar con el cerebro y el corazón no es fácil, educar a niños de diversos caracteres, principios, costumbres y culturas familiares no es fácil, más si se hace en zonas rurales donde todo escasea...sobre todo la ternura.
Mi profesión fué sencillamente un ACTO DE FE y una acción de evangelio de la vida, educaba paar el alma y para hacer sobre todo de la enseñanza una historia mágica y emocionante, no sé si fuí buena maestra o pasé desapercibida, lo que realmente era importante era formar con ejemplos. Para mi los valores como: la responsabilidad, la honestidad, la solidaridad y el respeto personal era lo más importante a la hora de planificar mis clases. Confieso sin temor a decirlo que era IRREVERENTE Y SUBVERSIVA, que formé a mis niños en las convicciones de que eran triunfadores aún bajo las circunstancias más dificiles como la pobreza y la miseria espiritual, el norte era enseñarles a SER BONDADOSOS en una sociedad que les enseñaba a ser EGOISTAS, enseñarles a SER PUNTUALES en un país donde la hora no se respeta y se mancilla a cada momento.
Mis estrategias didácticas rompían esquemas cerrados, prefería un campo y un espacio abierto que enseñar encerrada en 4 paredes, de allí que muchas veces recibí el calificativo de Loca, pero como disfrutaba haciendo con los niños tantas locuras. Cuando se educa amando nadie puede salir aplazado, la pedagogia de la ternura es una forma de enseñar con magia y goce, como enfrentarme día a día a la rutina social? pues, lo lograbamos, viajabamos a los grandes escenarios del mundo a través del juego, la musica y la poesía, los colores y los sonidos rítmicos eran ingredientes  de todos los procesos de enseñanza. Creo en la educación con ARTE y POESÍA, creo en la palabra como generadora de quijotes sociales. Creo en los encuentros y en los abrazos humanos de los niños, creo en sus sueños porque fueron parte de mis sueños.
Creo sobre todo en la educación HUMANIZADORA y no castradora, creo  en los juegos y la música como técnica de la alegría y creo en los niños por ser los actores de la honestidad y la sinceridad.
Hay que enseñar principios, valores, convicciones y comportamientos justos, eduquemos con ternura para que tengamos hombres y mujeres felices a futuro.

SOLO DOS COSAS LES DEJE A MIS ALUMNOS: RAÍCES Y ALAS....CON ESO SE EMPINARAN AL TRIUNFO.